- Tras la poda (puta), con las ramas de los árboles, las mujeres que deseaban quedarse embarazadas eran azotadas ritualmente, las sacerdotisas ejercían la prostitución sagrada en honor a la diosa. Con el paso del tiempo el nombre de la diosa paso a denominar a al mujer que ejercía la prostitución.
Era considerada un bien social. El verbo FORNICAR proviene de la denominada FORNICES, que eran las celdas dónde las prostitutas recibían a sus clientes. El LENO era el encargado de mantener el orden y cobraba una comisión del servicio de la prostituta
Las prostitutas tenían que llevar unas vestimentas diferentes, se les obligaba a llevar una peluca amarilla o a teñirse el cabello, además de inscribirse en un registro municipal, y a llevar una túnica corta y oscura. En el año I existe un registro con 32.000 prostitutas que vivían en burdeles llamados LUPANARES, lugares con licencia municipal, cercanos a los circos y anfiteatros o aquellos lugares donde el sexo era un complemento de la actividad principal (tabernas, baños o posadas)
Los distritos del Esquino y el Circo Máximo tenían un mayor número de burdeles humildes y los más elegantes se ubicaban en la cuarta región, estaban decorados con murales alusivos al sexo e identificados en la calle con un gran falo que era iluminado por la noche. Ellas exhibían sus encantos en la puerta del prostíbulo y en la puerta de las habitaciones existía una lista de precios y servicios, así como un dibujo que ilustraba la especialidad de la prostituta. La felación era el vicio más repugnante que un cliente pudiera solicitar, era el más caro.
Había varios tipos de prostitutas, las MEREDETRICES estaban registradas en las listas públicas, las PROSTIBULAE ejercían su profesión dónde podían, liberándose del impuesto. Las DELICATAE eran las de lujo, tenían entre sus clientes senadores, negociantes o generales. Las que pertenecían a la clase PATRICIA, que se dedicaban a este oficio por necesidades económicas o por placer, entre ellas destacan la famosa MESALINA, Agripina la joven, o Julia, la hija de Augusto. Las conocidas como AMBULATRAE RECIBÍAN ESTE NOMBRE PORQUE TRABAJABAN en la calle o en el circo, las LUPAE trabajan ahora en los bosques cercanos a la ciudad y las BUSTUARIE trabajaban en los cementerios. La PALA aceptaba a cualquiera que le pudiera pagar el precio demandado.
Al poco de levantar el campamento romano no tardaba mucho en aparecer un prostíbulo para contentar a la tropa.
El lugar favorito para las relaciones sexuales eran los baños, en los que ofrecían sus servicios tanto hombres como mujeres, algunas de ellas de clase elevada podían utilizar los servicios de apuestos jóvenes, pagaban sumas desorbitadas para pasar la noche con los gladiadores después de su actuación y les pedían que no se ducharan después.
Los prostitutos ofrecían sus servicios para practicar sexo oral a sus clientas en las STATIO CUNNULINGIORUM
Las mujeres romanas, para evitar quedarse embarazadas, buscaban amantes espadones, es decir, castrados en edad adulta y que no tenían por tanto rasgos de eunuco.
Se utilizaba la menta como un gran afrodisíaco. En tiempo de guerra se prohibió su cultivo y las infusiones de esta planta, para no debilitar a los soldados.
No existía una palabra para definir la homosexualidad, solo se preguntaba si se prefería una mujer o un hombre.
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